Algunas vidas son puro teatro
Cuando uno lee un libro con la mente puesta en la reseña que escribirá posteriormente, suele ir tomando apuntes en una libreta según va discurriendo la lectura: frases que llaman la atención, características de los personajes, detalles que sorprenden, tanto por lo bueno como por lo malo, incorrecciones, hallazgos, ambientación, etc… Pues bien, al poco de arrancar la lectura de Cerca del fuego, de Pablo Gonz, en mi libreta consigné la siguiente frase: “Hay que tener una mente privilegiada y muy bien ordenada para ver acercarse a David Lynch por el retrovisor del coche y pegar un acelerón gritando ¡Viva Shakespeare!” Al finalizar la novela, no pude sino corroborar dicha impresión, por lo que aquí...
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